NO TE PIERDAS DE TU TEMPORADA

En mis viajes conocí muchas personas que querían cumplir el llamado de Dios sobre sus vidas pero no estaban seguros de por donde empezar. Recuerdo muy bien ese sentimiento.

Años atrás, cuando John y yo recién comenzábamos a salir, yo no escribía libros, ni viajaba por el mundo, ni le hablaba a grandes audiencias desde un escenario. En realidad no tenía ninguna plataforma en la cual hablar. Trabajaba entre bastidores en el departamento de televisión de un ministerio y, para ser totalmente sincera, ni siquiera tenía suficiente trabajo en mi puesto.

Ahora, habría sido fácil ver esto simplemente como una temporada de espera. Ya tenía demasiado tiempo libre y podría haberme quedado de brazos cruzados hasta que Dios me asignara un papel más importante en el futuro.

Excepto que, en el fondo, sabía que no es así como Dios trabaja.

Dios nos invita a trabajar con lo que Él ya nos ha dado. A aquellos que son fieles, Dios les confía más. Así es como opera el Reino.

Mira las palabras del Rey Salomon, el hombre más sabio que haya vivido:

"Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño". (Eclesiastés 9:10 NVI)

O considera las palabras de Pablo a los Colosenses:

"Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor." (Colosenses 3:23-24 NVI)

En lugar de sentarme y esperar a que mi situación en la TV cambiara, decidí aprovechar el momento. Hice todo el trabajo que tenía asignado con mis mejores habilidades y cuando las terminaba, hacia cualquier otra cosa que mis manos pudieran hacer. Cuando dejé ese trabajo, ¡mi puesto había pasado de transcriptora general a productora asociada!

He visto una y otra vez en mi vida que Dios recompensa nuestra fidelidad. Él desea promovernos a su debido tiempo, pero no somos espectadores en ese proceso, ¡tenemos un papel que desempeñar!

No sé qué puertas estás esperando que Dios abra en tu vida, pero quiero animarte a que te esfuerces en lo que Dios te tiene haciendo ahora mismo y lo veas obrar a tu favor. Dios desea hacer algo nuevo en tu vida, pero esa cosa nueva requerirá fidelidad antigua. La manera en que termines tu temporada actual determinará cómo comenzarás la siguiente. Puede que no sientas que tu papel actual es importante, pero te aseguro que todo lo que Dios te ha dado para hacer es importante. Trata tu temporada actual como una comisión dada por el Rey de todo, porque eso es exactamente lo que es.

Recuerda las palabras del profeta Zacarías:

"No menosprecien estos modestos comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia" (Zacarías 4:10 NTV)

Amado, no menosprecies tu situación actual solo porque no la ves como tu destino final. Comprométete a vivir de todo corazón. Abraza esta estación en toda su plenitud. Como dijo el misionero Jim Elliot: "Dondequiera que estés, entrégate por completo". Vive al máximo cada situación que creas que es la voluntad de Dios".

Cuando hagas lo que solo tú puedes hacer, Dios hará lo que solo Él puede hacer. Dios es un promotor de los fieles, no de los descontentos o impacientes. En otras palabras, si quieres que Dios te promueva a la próxima temporada, ocúpate de invertir en la actual.